Cómo nadar con gafas

By Sergio Montero | marzo 19, 2019

Nadar puede ser un obstáculo para las personas miopes. El agua puede confundir la visión a través de sus lentes, pero una preocupación aún mayor es que los lentes se salgan de la cara mientras nada. Si tiene poca visión o está en un cuerpo de agua natural, como un lago, encontrar sus anteojos puede ser difícil o incluso imposible. Al nadar con gafas, es importante asegurarse de que estén aseguradas a la cabeza. Si eres un nadador frecuente, una segunda serie de gafas correctivas podría ser una buena idea.

Joven nadando en una piscina
      Perder los anteojos en el agua es una gran preocupación para los nadadores miopes.     
Crédito de imagen: Purestock / Purestock / Getty Images       

Paso 1

Use soportes de anteojos elásticos para envolver la parte posterior de su cabeza y sujete los anteojos en las puntas de las patillas. Estos soportes mantienen los anteojos bien ajustados en su cabeza, eliminando el riesgo de perderlos durante un baño. Obtendrá agua en las lentes, pero tendrá una visión mucho mejor en comparación con su vista sin gafas.

Paso 2

Colocar gafas grandes sobre las gafas para limitar el flujo de agua hacia los ojos y ayudar a mantener las gafas en su lugar. Esta no es una gran mejora con respecto a los titulares de anteojos elásticos, pero un buen par de anteojos grandes puede crear un sello algo efectivo alrededor de la cara y anteojos que reduce la cantidad de agua que ingresa a los lentes y a los ojos.

Paso 3

Reemplaza gafas con gafas graduadas. Si va a nadar mucho y necesita usar anteojos mientras lo hace, considere comprar un segundo par de lentes graduadas adecuadas para el agua. Estas gafas te darán la corrección de la visión que necesitas mientras limitan el agua que contacta tus ojos. Su visión mejorará tanto sobre el agua como debajo de ella.

Cosas que necesitará Need

  • Gafas

  • Porta lentes elásticos

Sugerencia

Las lentes de contacto pueden parecer una alternativa de bajo mantenimiento a las gafas correctivas al nadar, pero las bacterias y el cloro pueden quedar atrapados entre la lente y el ojo, causando irritaciones y, a veces, infecciones. Los contactos también se pueden perder fácilmente al nadar.