Con su bajo contenido de carbohidratos, el queso es uno de los mejores bocadillos para diabéticos. Sin embargo, algunas variedades de queso son ricas en grasas y calorías y deben disfrutarse con moderación. La obesidad y la diabetes están fuertemente conectadas, por lo que es importante vigilar su consumo de calorías y comer atentamente.
Los beneficios del queso para los diabéticos están bien documentados. Este popular alimento lácteo puede ayudar a prevenir la diabetes y sus complicaciones. Rico en calcio, proteínas y vitamina D, mantiene los niveles de azúcar en la sangre dentro de un rango saludable y puede mejorar la sensibilidad a la insulina.
La mayoría de los tipos de queso están hechos con caseína (leche proteínas), grasas lácteas, bacterias, agua y sal. Su valor nutricional depende del proceso de producción y los ingredientes utilizados. Algunos fabricantes agregan hierbas, especias, frutas secas y cultivos especiales de moho para un sabor extra. Existen cientos de variedades de queso, desde requesón hasta gouda, feta, azul danés, camembert y queso ahumado.
Algunas variedades son más altas en grasas y calorías que otras. Una porción de queso parmesano rallado (1 onza), por ejemplo, cuenta con 119 calorías, 7,8 gramos de grasa, 3,9 gramos de carbohidratos y 8 gramos de proteína. Queso Cheddar tiene 114 calorías, 6.4 gramos de proteína, 9.3 gramos de grasa y 0.9 gramos de carbohidratos por porción (1 oz). La misma cantidad de queso feta proporciona solo 75 calorías, 6 gramos de grasa, 1,1 gramos de carbohidratos y 4 gramos de proteína.
A pesar de su alto contenido de grasa, el queso no es malo para usted. De hecho, varios estudios realizados a lo largo de los años han relacionado los productos lácteos con tasas más bajas de obesidad, enfermedades cardíacas y trastornos metabólicos.
Por ejemplo, un estudio de cohorte de septiembre de 2018 publicado en Lancet evaluó los efectos del queso, la leche y el yogurt en la salud cardiovascular. Los investigadores concluyeron que los productos lácteos no aumentan el riesgo de eventos cardíacos o mortalidad .
Otro estudio a gran escala, que apareció en el American Journal of Clinical Nutrition en febrero de 2016 descubrió que una mayor ingesta de productos lácteos puede ayudar a prevenir el aumento de peso en mujeres de mediana edad y mayores.
Además, la leche y sus derivados se vincularon a un menor riesgo de cáncer de vejiga, mama, gástrico y colorrectal en una revisión publicada en la edición de noviembre de 2016 de Alimentos