Durante la era baja en grasas, que alcanzó su punto máximo en la década de 1990, los expertos le dijeron que siguiera una dieta baja en grasas sin tener en cuenta cómo las diferentes grasas influyen en la salud. Hoy, se sabe que todas las grasas no son iguales. Las grasas que se encuentran en el aceite de oliva entran en la categoría de grasas saludables. El consejo general es reducir la ingesta de grasas saturadas y trans y aumentar la ingesta de grasas no saturadas. Una cucharadita de aceite de oliva proporciona a tu cuerpo grasas saludables y compuestos beneficiosos llamados polifenoles.
El aceite de oliva es Rico en grasas insaturadas, particularmente monoinsaturadas. Una cucharadita proporciona a su cuerpo 3,2 gramos de grasa monoinsaturada y 0,6 gramos de grasa poliinsaturada. Esto le da cerca de 4 gramos de grasa saludable. La grasa insaturada protege la salud de su corazón al ayudar a reducir el nivel de colesterol malo en la sangre, según la American Heart Association. Es por eso que estas grasas se conocen como "saludables para el corazón".
La revista "Annals of Internal Medicine" publicó un estudio en septiembre de 2006 afirmando que los polifenoles en el aceite de oliva ofrecen beneficios cardiovasculares adicionales. Los investigadores asignaron 200 voluntarios varones sanos a un consumo diario de aceite de oliva que tenía un contenido fenólico bajo, medio o alto. Después de tres semanas, descubrieron que el aceite de oliva causaba un aumento en las lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno) y una disminución en el colesterol total y los triglicéridos. Cuanto mayor sea el contenido fenólico, mayor será el efecto positivo.
Los polifenoles, que pertenecen a una gran clase de compuestos vegetales llamados flavonoides, son conocidos por sus beneficios antioxidantes. Los antioxidantes son sustancias que reducen los efectos potencialmente dañinos de los átomos desequilibrados llamados radicales libres. Cuando su cuerpo tiene más radicales libres de los que puede manejar, se llama estrés oxidativo, que está relacionado con enfermedades crónicas y envejecimiento. El estudio publicado en "Annals of Internal Medicine" observó que los polifenoles del aceite de oliva causan una disminución en los marcadores de estrés oxidativo.
Los aceites ricos en grasas monoinsaturadas aportan vitamina E a su dieta. Aunque la cantidad en 1 cucharadita de aceite de oliva es bastante pequeña, se suma cuando se tiene en cuenta la ingesta general de grasas monoinsaturadas. Otros aceites ricos en grasas monoinsaturadas son la canola, el maní, el cártamo y el sésamo. Las grasas poliinsaturadas se encuentran en aceites como la soja, el maíz y el girasol y el aceite de pescado graso como el salmón. Los pescados grasos también son ricos en grasas omega-3, que son necesarias para la salud del cerebro.