La obsesión por el bienestar de Meghan Markle parece estar contagiando al Príncipe Harry, quien supuestamente deja de fumar y se destroza antes de su tan esperada boda del 19 de mayo.
La información privilegiada real le dice a New York Daily News que el Príncipe Harry ya ha perdido 10 libras desde que él y Markle se comprometió en noviembre al dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol.
"Una de las razones por las que hizo que dejara de fumar es porque fumar afecta la producción de esperma", dice la fuente. En otras palabras, la pareja se está preparando para formar una familia (y nos estamos preparando para estallar de toda la ternura).