Una caminata informal después de una comida no es dañina, pero si debe hacer una rutina de ejercicios para caminar después de comer es un poco más complejo. En general, la nutrición antes de un entrenamiento es esencial por varias razones, incluida la provisión de energía muy necesaria. Sin embargo, deberá tener en cuenta varios factores para determinar si es seguro caminar después de una comida.
Durante la actividad física, la principal fuente de energía de su cuerpo es el glucógeno, que se obtiene al metabolizar los carbohidratos que consume durante las comidas. Comer antes de una comida también ayuda a prevenir el hambre y el bajo nivel de azúcar en la sangre, lo que puede provocar síntomas como dolores de cabeza, mareos y náuseas. También ayuda a calmar su estómago y fortalecer su estado mental.
El momento y el tamaño de sus comidas antes de un entrenamiento para caminar hace la diferencia Si consume una comida abundante, espere unas tres o cuatro horas antes de caminar. Si consume una comida pequeña, espere entre dos y tres horas antes de partir. Sin embargo, después de un pequeño refrigerio, debería poder caminar en menos de una hora. Tenga en cuenta que estos rangos son generales y pueden variar de persona a persona. Su mejor opción es probar varios períodos de tiempo para ver cuál funciona mejor para usted.
Para algunas personas, caminar u otro ejercicio después de una comida puede causar síntomas como molestias gastrointestinales o estomacales. Es más probable que experimente síntomas gastrointestinales si es mujer, acaba de comenzar un programa de ejercicio o si está ansiosa o estresada. Un problema gastrointestinal preexistente también aumenta el riesgo de este tipo de molestias durante la caminata.
Algunos alimentos pueden causar molestias digestivas y obligarlo a acortar su caminata rutina. Incluyen alimentos ricos en grasas o proteínas como el tocino, bebidas con cafeína y alimentos y bebidas azucarados. En cambio, quédese con los carbohidratos complejos, como el pan integral o las galletas, que se digieren más fácilmente y ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Pequeñas cantidades de alimentos con proteínas bajas en grasa, como queso bajo en grasa o carne magra, también deberían estar bien. Finalmente, evite comer cualquier alimento al que no esté acostumbrado antes de salir a caminar.