Aunque la miel está compuesta principalmente de azúcar, a diferencia del azúcar de mesa, contiene componentes que benefician la salud del hígado de varias maneras, algunas de las cuales pueden ser una sorpresa. La miel se ha utilizado como alimento y medicina durante siglos, pero los científicos han descubierto recientemente su beneficio para la salud del hígado a través de experimentos con animales y humanos. Los beneficios generales de la miel pueden hacer que sea un mejor edulcorante que el azúcar de mesa.
La miel contiene una variedad Matriz de nutrientes, incluidas las vitaminas B, calcio, potasio, magnesio y vitamina C. También contiene proteínas y aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas. Quizás lo más interesante es que la miel contiene compuestos fenólicos, que son sustancias beneficiosas que poseen propiedades antioxidantes. Los antioxidantes son sustancias químicas que neutralizan los efectos de sustancias potencialmente dañinas llamadas radicales libres, que están relacionadas con el envejecimiento y las enfermedades degenerativas.
La miel parece proteger el hígado de sustancias tóxicas, escribieron los autores de un estudio publicado en la edición de 2013 de la revista Evidence Based Complementary and Alternative Medicine. Para evaluar la capacidad protectora de la miel, los investigadores administraron una potente toxina hepática a las ratas con y sin miel. Las ratas sin miel sufrieron un daño hepático significativo como lo indican las enzimas hepáticas elevadas. Sin embargo, la miel protegió el hígado y los riñones del otro grupo de ratas contra la toxicidad y mejoró su colesterol. Los autores plantean la hipótesis de que la actividad antioxidante de los compuestos fenólicos en la miel puede ser responsable de este efecto protector del hígado.
La bilis es un líquido digestivo hecho en el hígado que pasa a través de una bilis especial conductos y se acumula en la vesícula biliar para ayudarlo a digerir los alimentos. Problemas comunes como cálculos biliares, inflamación o incluso tumores pueden bloquear los conductos biliares y causar daño al hígado. Cuando se administró a ratas con obstrucción del conducto biliar, la miel ayudó a proteger el hígado de lesiones, concluyó un estudio publicado en el World Journal of Gastroenterology en junio de 2008.
La miel puede beneficiar al hígado de una manera que puede mejorar la sangre control de azúcar, declararon los autores de una revisión publicada en el International Journal of Biological Sciences en julio de 2012. El hígado, junto con el páncreas, juega un papel en el control del azúcar en la sangre. Los autores del estudio explicaron que la diabetes está comúnmente relacionada con la disfunción hepática y concluyeron que, a través de una serie de procesos metabólicos, la suplementación con miel puede mejorar la capacidad del hígado para controlar el azúcar en la sangre.