Si crees que las bellotas son solo para ardillas, piénsalo de nuevo. Las bellotas son sabrosas y nutritivas y también fáciles de cosechar. Puede recogerlos de los robles en el otoño y asarlos para hacer un delicioso refrigerio. Sin embargo, debe tratarlos antes de asarlos, ya que contienen tanino, que es ligeramente amargo. Las bellotas del roble blanco son menos amargas que las de los robles rojos y negros.
Shell las bellotas. Romperlos con un cascanueces y hervir los granos enteros en agua durante unos 15 minutos. Deseche el agua y agregue agua fresca y hierva nuevamente durante unos minutos. Repita el proceso hasta que el agua en la sartén ya no se vuelva marrón, lo que puede tomar hasta dos horas. Alternativamente, remoje las bellotas durante tres o cuatro días y siga cambiando el agua para eliminar la amargura. Puede probar la bellota todos los días para verificar si hay amargura. Hervir durante 10 minutos y tirar el agua.
Precalentar el horno a 350 grados F. Enjuague y extienda las bellotas en toallas limpias para dejarlas secar, luego extiéndalas en una bandeja para hornear galletas y coloque la bandeja para hornear en el horno.
Asado ellos durante aproximadamente una hora. Retíralos del horno y úsalos en recetas o simplemente córtalos y cómelos. Incluso puedes molerlos y hacer gachas. Sin embargo, pruebe las bellotas para asegurarse de que no haya amargura antes de usarlas en cualquier receta. Puedes sumergir las bellotas en miel para compensar cualquier amargura persistente.
Horno
Cascanueces
Panorámica
Agua
Paños de cocina
1 taza de bellotas