Un bebé de 10 meses generalmente consume una dieta de leche materna o fórmula a base de leche de vaca junto con alimentos sólidos. Debe alimentarse a pedido y confiar en que su bebé coma la cantidad correcta, según el Departamento de Educación de los Estados Unidos. Tu bebé te mostrará cuando tenga hambre. Puede controlar la cantidad exacta que consume su bebé si está alimentando su fórmula o si está usando una bomba y colocando leche materna en biberones.
Llorar es un signo de hambre , pero tarde. Según Baby Center, el enraizamiento, los movimientos de labios, los movimientos de succión y las manos a la boca son otras señales de comportamiento. Si su bebé termina un biberón e inmediatamente mira a su alrededor, para obtener más información, le está diciendo que todavía tiene hambre. En ese caso, Baby Center recomienda ofrecer solo una onza adicional para evitar el desperdicio.
Es importante tener en cuenta la edad al determinar cuánto alimentar a su bebé, ya que las necesidades nutricionales evolucionar con el tiempo. La tendencia general, como en los meses pasados, es de menos biberones por día, pero con más fórmula o leche materna, según Baby Center. Los recién nacidos comen cada dos o tres horas, de 1 a 4 onzas cada uno. A los 10 meses de edad, son típicas de tres a cuatro botellas por día, que contienen de 7 a 8 onzas cada una.
Un bebé bien alimentado parecerá contento y relajado después de comer. También producirá de cinco a seis pañales húmedos por día si está usando productos desechables, y de seis a ocho si depende de pañales de tela, ya que contienen un poco menos, según Baby Center. El aumento de peso continuo es otra señal importante.
Los bebés de diez meses pueden tener lácteos en los alimentos pero no deben tomar leche entera , El Dr. Greg Germain, pediatra en New Haven, Connecticut, escribe en Baby Zone. A la edad de 1 año, los niños pueden pasar a la leche entera y comidas sólidas. Antes de eso, sus sistemas digestivos no son lo suficientemente maduros para manejar la proteína en la leche entera. El resultado puede ser irritación y sangrado crónico de bajo grado del tracto intestinal, que conduce a anemia.
El llanto puede tener varias causas además del hambre. Ejemplos, según Kids Health, son los pañales mojados, la sobreestimulación, la necesidad de abrazarse y tener demasiado calor o demasiado frío. Si eres demasiado rápido para ofrecer una botella cada vez que escuchas llorar, podrías terminar sobrealimentando. Los resultados pueden ser dolor de estómago y vómitos.