Los antecedentes familiares, la mala alimentación y la obesidad son solo algunas de las causas de la hipertensión arterial. Además de los medicamentos recetados, no hay mucho que un médico pueda hacer para revertir o reducir la presión arterial alta. Sin embargo, una alternativa es la incorporación de aceite de coco en su dieta. Debido a sus muchos beneficios para la salud, el aceite de coco, cuando se usa adecuadamente, puede resultar beneficioso en un régimen diseñado para reducir la presión arterial.
La presión arterial alta es la presión causada por el flujo restringido de sangre a través de arterias estrechas. Esta restricción hace que el corazón bombee más fuerte y más rápido, dándole poco tiempo para descansar. La presión arterial alta constante hace que las arterias se debiliten e incluso se cierren por completo. La presión arterial normal es de alrededor de 120/70. Cualquier cosa superior se trata con medicamentos recetados.
Existen numerosos beneficios generales para la salud del aceite de coco. El cuidado de la piel, el alivio del estrés, la pérdida de peso, el aumento del metabolismo, el alivio de los problemas renales y la presión arterial alta son solo algunos de los problemas de salud para los que a menudo se usa el aceite de coco. El aceite de coco contiene vitaminas y minerales como la vitamina E, la vitamina K y el hierro. El aceite de coco ayuda a controlar el azúcar en la sangre, mejora la capacidad del cuerpo para absorber minerales y se cree que detiene la caries dental.
Porque el aceite de coco tiene aproximadamente un 92 por ciento de grasa saturada y contiene ácidos grasos de cadena media u Omega-3 Se cree que los ácidos grasos son mejores para reducir la presión arterial que los aceites vegetales. El consumo de grasas poliinsaturadas, como los ácidos grasos Omega-6 como la soya y los aceites vegetales, hace que los vasos sanguíneos se contraigan. Sin embargo, los ácidos grasos Omega-3 en el aceite de coco no tienen el mismo efecto. De hecho, ensanchan los vasos sanguíneos y alivian la inflamación de las arterias.
Desafortunadamente, el calor y la luz solar pueden hacer que el aceite de coco se vuelva rancio rápidamente. Por lo tanto, es mejor cuando se usa dentro de unas semanas después de comprarlo. Las toxinas que podrían desarrollarse potencialmente como resultado de esa exposición son más dañinas que los ácidos grasos Omega-6.