Una dieta saludable no puede curar o tratar el cáncer de pulmón, pero puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad y ayudar a controlar sus síntomas una vez que la tiene. Comer bien también puede mejorar la efectividad de ciertos tratamientos contra el cáncer y protegerse contra los efectos secundarios, como la pérdida de peso indeseable. Sus necesidades dietéticas probablemente cambiarán con el tiempo, de acuerdo con la American Lung Association, así que hable sobre sus hábitos alimenticios y las preocupaciones relacionadas con su médico.
Los antioxidantes apoyan su La capacidad del cuerpo para luchar y sanar de la enfermedad. Las bajas concentraciones de ciertos antioxidantes, incluidas las vitaminas A y C, se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Cuando tiene cáncer de pulmón, comer alimentos ricos en antioxidantes podría ayudar a reducir los síntomas. Si bien la mayoría de las frutas y verduras proporcionan cierta cantidad de antioxidantes, las variedades coloridas, como los tomates, las bayas, la calabaza de invierno y los pimientos, son particularmente ricos. Las frutas y verduras también proporcionan fuentes más saludables de carbohidratos, la principal fuente de energía de su cuerpo, que los alimentos refinados, como los dulces y los pasteles.
Los granos integrales proporcionan carbohidratos y más nutrientes, incluidos antioxidantes, que los granos refinados. En un estudio publicado en "Circulation" en 2008, se analizaron los hábitos alimenticios y los casos de cáncer, enfermedades cardíacas y muerte en más de 72,000 mujeres durante 18 años. Los investigadores encontraron un fuerte vínculo entre una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales y un menor riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y mortalidad. Una dieta típica occidental, rica en granos refinados y grasas no saludables, se relacionó con mayores riesgos. Comer más alimentos ricos en vitaminas B y hierro, como los granos integrales, y evitar los alimentos refinados, como el pan blanco, también pueden reducir los síntomas del cáncer de pulmón. Reemplace los panes blancos y de trigo con equivalentes 100 por ciento de granos enteros, y elija arroz integral sobre instantáneo o blanco. Al comprar pan, cereales y pasta, asegúrese de que los granos integrales, como el trigo integral, la quinua o la avena, estén listados como ingredientes principales.
Comer suficiente proteína hace que algunos tratamientos contra el cáncer sean más efectivos. El UMMC recomienda consumir fuentes de proteínas de calidad, como huevos orgánicos, carne, productos lácteos y batidos de proteínas vegetales, como parte de un plan de alimentación destinado a aumentar la masa muscular para evitar el desgaste, que puede resultar del tratamiento del cáncer de pulmón. Limite las fuentes de proteínas con alto contenido de grasas saturadas, como los filetes grasos y el pollo frito, que pueden aumentar la inflamación; en su lugar, elija carnes rojas magras, aves y pescado sin piel. Las grasas omega-3 en el pescado azul, como el salmón, reducen la inflamación. Otras fuentes de proteínas nutritivas incluyen yogur, frijoles y lentejas.
Nueces, semillas, aguacates y aceites vegetales proporcionan cantidades valiosas de nutrientes esenciales, incluyendo grasas saludables También proporcionan opciones nutritivas y densas en calorías si disminuye el apetito, lo que comúnmente afecta a las personas con tumores de cáncer de pulmón, informa el Instituto Nacional del Cáncer. Cubra los sándwiches y las galletas con rodajas de aguacate o mantequilla de nuez para agregar nutrientes y calorías, y saltee las verduras en aceite de oliva. Sin embargo, evite los aceites de cocina a altas temperaturas, que pueden crear carcinógenos. Los aguacates son fuentes ricas en fibra y antioxidantes que combaten enfermedades, incluidos el glutatión y las vitaminas C y E.
La American Lung Association recomienda los alimentos blandos como formas útiles de satisfacer sus necesidades de energía cuando comer lo suficiente es difícil. Si tiene náuseas, dolor abdominal o diarrea, los alimentos ricos en fibra pueden empeorar sus síntomas. Para minimizar la diarrea, reemplace los alimentos ricos en fibra, como los granos enteros, frijoles, lentejas y frambuesas, con alternativas bajas en fibra, como el pan blanco, las galletas saladas y el pudín. Otros alimentos de sabor suave y fácil de digerir incluyen caldo de sopa, huevos revueltos simples y frutas cocidas o enlatadas sin cáscara, como puré de manzana.