Puede ser perturbador desarrollar pies fríos mientras hace ejercicio, especialmente si los síntomas son nuevos. Los pies fríos relacionados con el ejercicio pueden ser causados por muchos factores y afecciones, algunos que requieren intervención médica. Debido a esto, es importante comprender qué puede causar la aparición de pies fríos durante o después del ejercicio y cómo se puede remediar. Consulte a su médico para analizar el problema o si los síntomas persisten o empeoran.
Pies fríos durante o después del ejercicio puede variar de leve a extremo. Puede ir acompañado de la sensación de los pies o dedos de los pies de quedarse dormido, hormigueo, entumecimiento, sensibilidad intensa al tacto, ardor e incluso problemas de control de la vejiga o el intestino. Los síntomas pueden localizarse en los pies o extenderse hacia las piernas y los brazos. También puede experimentar problemas de coordinación y debilidad en los músculos, lo que puede dificultar el ejercicio o incluso caminar.
Los pies fríos pueden ocurrir si los nervios de los pies se comprimen durante el ejercicio. Por ejemplo, los zapatos inadecuados o los calcetines mal ajustados pueden amontonarse y ejercer presión debajo del pie mientras hace ejercicio, lo que restringe la circulación y provoca frialdad y entumecimiento. Los traumas, como caerse o chocar con un objeto durante el ejercicio, también pueden ejercer presión o dañar los nervios de los pies, lo que puede provocar síntomas. Los movimientos repetidos o poco naturales durante el ejercicio también pueden provocar pies fríos y entumecimiento. Los pies fríos también pueden deberse a ciertas afecciones, como fracturas, espolones óseos, inflamación de las articulaciones y quistes.
Tome un medicamento antiinflamatorio como el naproxeno para ayudar a tratar cualquier inflamación alrededor de los nervios en los pies, lo que puede reducir los síntomas. Use zapatos que le queden bien y que amortigüen sus pies y ofrezcan un soporte adecuado. Coloque un soporte de arco en sus zapatos para ayudar a quitar la presión de la parte inferior de sus pies mientras hace ejercicio. No estreses demasiado los pies durante el ejercicio: alterna ejercicio intenso con ejercicios menos estresantes como nadar o caminar.
No ignore los pies fríos durante o después del ejercicio. La reducción de la sensación puede hacer que sea menos probable que note una lesión o cualquier cambio en la temperatura. Busque atención médica si los pies fríos relacionados con el ejercicio son severos, crónicos o acompañados por la aparición de úlceras, calambres en los pies por la noche o dolor que empeora cuando sus pies están elevados. Estos podrían ser síntomas de una afección médica grave, como la enfermedad de las arterias periféricas, donde los vasos sanguíneos y las arterias que conducen a que sus piernas y pies se endurezcan, advierte el sitio web de PubMed Health.