Como parte de una rutina de ejercicio regular, correr mejora la resistencia y los niveles de condición aeróbica. Los fumadores tienen dificultades para mantener altos niveles de actividad debido al mal funcionamiento del corazón y los pulmones. Para aquellos que desean dejar su hábito, correr y otras formas de ejercicio pueden mejorar tanto sus probabilidades de éxito como su recuperación física de los estragos del tabaquismo.
La nicotina en el tabaco es una de las sustancias más adictivas conocidas por la ciencia. La enfermedad relacionada con el tabaco representa más muertes prevenibles que cualquier otra causa. A pesar de estas realidades sorprendentes, dejar de fumar sigue siendo una batalla cuesta arriba. Los grupos de apoyo y la terapia profesional están disponibles para ayudar con el aspecto mental de la adicción. Las compañías farmacéuticas han desarrollado medicamentos para aliviar los antojos y los cambios de humor durante las primeras etapas de dejar de fumar. Los cambios en el estilo de vida, incluida la adición de una rutina de ejercicios, pueden ser de gran ayuda para dejar de fumar de forma permanente.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, casi medio millón de estadounidenses mueren cada año como resultado directo de fumar. Dejar de fumar proporciona beneficios tanto inmediatos como a largo plazo, entre los cuales se encuentra una vida útil potencialmente más larga. Dentro de las 12 horas de dejar de fumar, el monóxido de carbono en su sangre vuelve a los niveles normales. La función pulmonar y la circulación mejoran en tan solo dos semanas después de su último cigarrillo. Diez años después de dejar de fumar, sus posibilidades de morir de cáncer de pulmón son la mitad de las de un fumador continuo.
El ejercicio aeróbico vigoroso mejora la eficiencia de todo el sistema cardiovascular. Una persona en buena forma física tiene un mayor volumen de sangre en su cuerpo. El corazón bombea esa sangre hacia y desde las extremidades a un ritmo mayor a medida que se acostumbra al ejercicio regular. El intercambio de gases es más eficiente, tanto en los pulmones como en los músculos. Una de las causas de la fatiga durante el ejercicio es la acumulación de productos de desecho, como el dióxido de carbono, dentro de los músculos. El ejercicio regular entrena a su cuerpo para suministrar oxígeno y expulsar dióxido de carbono de manera más eficiente que el cuerpo de una persona sedentaria.
La adicción a la nicotina hace que el corazón responda menos a los estímulos. Las frecuencias cardíacas de los fumadores tienen menos probabilidades de aumentar al nivel apropiado durante el ejercicio, una señal de advertencia de futuros problemas cardíacos. En las primeras etapas de dejar de fumar, el ejercicio aeróbico puede ayudar a mitigar los antojos. Hacer un hábito de ejercicio hará que volver a fumar sea menos atractivo. El ejercicio mejora la función pulmonar en los no fumadores, por lo que es concebible que la recuperación pulmonar en los exfumadores se vea favorecida al correr o trotar. Consulte a su médico antes de comenzar cualquier ejercicio físico intenso.