La hiperglucemia, o nivel alto de azúcar en la sangre, ocurre cuando su cuerpo tiene muy poca cantidad de la hormona insulina o no puede usarla adecuadamente. El nivel alto de azúcar en la sangre puede significar que tiene diabetes. Los síntomas, como el aumento de la sed y la micción, pueden derivarse de no administrarse suficiente insulina, consumir demasiados carbohidratos, estrés, enfermedades o oleadas hormonales. Además del tratamiento médico, una dieta saludable puede ayudar a normalizar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de complicaciones. Antes de realizar cambios importantes en la dieta, busque orientación de su médico o dietista.
Si está propensos a la hiperglucemia, los alimentos saludables y los hábitos alimenticios pueden ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre, peso, presión arterial y colesterol en un rango normal, todo lo cual reduce el riesgo de diabetes. Si ya tiene diabetes, ese estilo de vida puede ayudarlo a protegerse contra complicaciones, como infecciones de la piel, problemas oculares y daño nervioso. Si bien no existe una dieta específica para la hiperglucemia, un estilo de vida apropiado enfatiza una variedad de alimentos saludables consumidos en porciones y combinaciones que promueven mejor el control del azúcar en la sangre. Una herramienta dietética amigable con la diabetes, como el índice glucémico, el método en placa o el conteo de carbohidratos, también puede ayudar.
El índice glucémico mide el impacto de los alimentos que contienen carbohidratos en el azúcar en la sangre. Los alimentos con alto índice glucémico, como el azúcar de mesa, el jugo de frutas y la harina blanca, hacen que el azúcar en la sangre aumente más rápido y exigen más insulina que los alimentos con bajo índice glucémico, como los cereales integrales, las nueces y las legumbres. El emparejamiento de alimentos que tienen un impacto leve en el azúcar en la sangre, como los granos enteros y las carnes magras, con alimentos con mayor índice glucémico, como ese postre ocasional, ayuda a evitar que los alimentos con alto índice glucémico causen problemas. Si bien enfatizar los alimentos con bajo índice glucémico es una forma de controlar el azúcar en la sangre de manera saludable, la Asociación Americana de Diabetes advierte que el control de las porciones sigue siendo importante. Afortunadamente, muchas fuentes de carbohidratos de bajo índice glucémico son altas en fibra, lo que promueve el control del apetito.
El método de la placa tiene como objetivo mantener el nivel de azúcar en la sangre controlando de forma saludable y visual tus porciones Para usar este método, llene al menos la mitad de su plato con vegetales sin almidón, como judías verdes, col rizada, coliflor y espárragos, luego divida la otra mitad de su plato entre un alimento con almidón y una fuente de proteína magra. Elija principalmente fuentes de carbohidratos complejos para su almidón, como una batata al horno, pasta de trigo integral o arroz salvaje. Para el desayuno, coma verduras al vapor, por ejemplo, con un huevo revuelto y una rebanada de pan integral tostado.
El recuento de carbohidratos proporciona otra forma útil de controlar la hiperglucemia. Según la ADA, la cantidad exacta de carbohidratos que necesita es muy individual, y encontrar la cantidad correcta puede llevar un poco de experimentación. Su médico o dietista pueden ayudarlo a calcular sus necesidades de carbohidratos. Si no está seguro de sus necesidades, comience por consumir entre 45 y 60 gramos de carbohidratos en cada comida, haciendo un esfuerzo por controlar su azúcar en la sangre y cómo se siente después, luego aumentando o disminuyendo su ingesta según sea necesario. Y no olvide equilibrar sus opciones de carbohidratos con proteínas y grasas, que son partes cruciales de una dieta saludable. Una pequeña pieza de fruta fresca, una rebanada de pan, 1/2 taza de avena, cuatro a seis galletas saladas y dos galletas pequeñas cada una proporcionan aproximadamente 15 gramos de carbohidratos.