Mahi mahi es hawaiano para "fuerte fuerte", un nombre que rinde homenaje al hecho de que el pez es un buen nadador. Su carne firme y piel brillante y comestible también es lo suficientemente fuerte como para resistir las preparaciones a la parrilla, lo que da como resultado platos de pescado ricos y ahumados. El sabor suave y dulce del pescado, casi a limón, brilla con condimentos mínimos, y se complementa con adiciones picantes como el chile en polvo y el curry. Experimente con condimentos para lograr la perfección del mahi mahi a la parrilla.
Si está utilizando una parrilla de propano, precaliente el ase a fuego medio alto y cepille las rejillas con aceite o rocíelas con aceite en aerosol para que el pescado no se pegue. Si está utilizando una parrilla de carbón, coloque la rejilla lo más cerca posible de las brasas. Seque los filetes con toallas de papel.
Rocíe una pequeña cantidad de aceite de oliva o vegetal en ambos lados del pescado y frótelo suavemente. Agregue condimentos a ambos lados. Use sal y pimienta, o condimentos más fuertes, como chile en polvo, curry o comino. O marinar el pescado durante al menos 30 minutos antes de asarlo.
Coloque los filetes de mahi mahi con la piel hacia arriba, en las parrillas engrasadas y cocina por unos dos minutos. Usando una espátula de metal, voltee el pescado y continúe asando durante cinco a seis minutos, o hasta que la piel esté crujiente y la carne se vuelva blanca y se desmenuce fácilmente con un tenedor. Si es necesario, agregue más aceite o aceite en aerosol a las rejillas mientras voltea el pescado para evitar que se pegue.
Retire los filetes de mahi mahi de la parrilla y sirva se roció con una salsa salada o junto con una salsa fresca.
Aceite
Toallas de papel
Condimentos, opcional
Espátula de metal
Cuando compre mahi mahi, busque filetes que tengan una piel de color verde azulado brillante. Si la piel se ve opaca y grisácea, los filetes han pasado su mejor momento. Examine la carne y elija aquellas que tengan un tono rosado, carne firme y un aroma delicado.
No consumas pescado poco cocido. Inserte un termómetro de lectura instantánea en la parte más gruesa del pez. Cuando el termómetro lee 145 grados Fahrenheit, está listo.