Si bien el agua cubre aproximadamente el 71 por ciento de la superficie de la Tierra, solo el tres por ciento es adecuado para el consumo humano. Las personas no pueden acceder a la mayor parte de esta agua porque está congelada en capas de hielo polar o debajo de la superficie del planeta. Las fuentes disponibles para el agua se derivan en gran medida de desarrollos que incluyen el reciclaje y la conservación de los recursos hídricos disponibles, y técnicas, como la filtración, que hacen que el agua sea potable.
Los océanos cubren la mayor parte de la Tierra y contienen alrededor del 97 por ciento del agua en el planeta. Esta agua tiene un alto contenido de sal y no es apta para uso humano. Con el agotamiento de las escasas fuentes de agua dulce, los métodos para eliminar la sal del agua del océano, incluida la desalinización o la destilación, no han sido rentables. Aunque el agua de mar no tratada no es adecuada para el consumo humano, los océanos siguen siendo un recurso valioso, ya que proporcionan alimentos, recreación, petróleo y una ruta de transporte para el comercio.
Los ríos y arroyos cubren el globo y atraviesan cada nación, proporcionando agua potable y Áreas recreativas para natación, navegación y pesca. La lluvia y la nieve derretida reponen continuamente estas vías fluviales. Sin embargo, los patrones climáticos afectan la profundidad del agua. Las sequías severas secan los ríos, mientras que demasiadas precipitaciones pueden causar inundaciones cuando el agua se desborda en las orillas de un río. Debido a que los ríos y arroyos cruzan las fronteras nacionales, los derechos de agua siguen siendo un tema de debate político y conflicto.
Los lagos son depresiones naturales o artificiales en la superficie de la tierra que retienen el agua. Los lagos naturales se producen debido a procesos geológicos, como la meteorización y la erosión. Los lagos artificiales, también llamados embalses, se producen cuando las personas represan ríos y arroyos o desvían el flujo de estas vías fluviales para contener una gran cantidad de agua en un área. Los lagos proporcionan una fuente de energía para generar electricidad, ofrecen áreas recreativas para nadar y pescar y proporcionan una fuente de agua potable para muchas comunidades. La lluvia repone el agua del lago; sin embargo, esta agua es vulnerable a la contaminación.
El agua se filtra al suelo por la escorrentía superficial y la precipitación. A medida que el agua entra al suelo, parte de ella se adhiere a las raíces de las plantas y a las partículas de tierra y queda atrapada, creando una capa freática. Los acuíferos debajo de la capa freática recogen el agua que se filtra, que se llama agua subterránea. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, o USGS, aproximadamente el 50 por ciento de los estadounidenses usan agua subterránea para beber y otros usos domésticos. Las personas recolectan esta agua perforando o cavando pozos que bombean el agua desde debajo del nivel freático hasta la superficie.